Cómo Delta planea lograr una aviación con impacto cero - Reducción y captura de carbono
En Delta creemos que los clientes no deberían elegir entre ver el mundo o salvarlo.
Reducción y captura de carbono
A la vez que en Delta trabajamos para acabar con nuestro mayor impacto en el medioambiente, las emisiones de dióxido de carbono, planificamos invertir en soluciones innovadores, como la captura y almacenamiento de carbono y el uso de combustibles de aviación sostenibles (SAF). Los SAF, entre otras tecnologías vanguardistas, no tienen una disponibilidad a gran escala suficiente para suplir las demandas del sector. El mercado está tan poco desarrollado que los SAF producidos en 2020 solo proveerían a la flota de Delta durante un día en tiempos anteriores al COVID. Por ello, son vitales las inversiones dirigidas por una amplia visión a largo plazo.
Creando una flota más eficiente
En 2020, Delta retiró más de 200 de sus aeronaves más antiguas. Las nuevas aeronaves que sustituyen a estas tienen un consumo de combustible un 25 % más eficiente por milla y asiento que sus predecesoras.
En 2020, como consecuencia de estas decisiones relacionadas con la flota y por el menor número de pasajeros durante la pandemia de COVID-19, la flora de Delta fue casi un 6 % más eficiente por milla y asiento disponible que en 2019, lo que supuso un ahorro de 117 millones de galones de combustible. Esto equivale a las emisiones anuales derivadas del consumo eléctrico de casi 200.000 hogares, cifra aproximada a todos los hogares de la ciudad de Atlanta.
Inversión en SAF y otras tecnologías avanzadas
Delta invertirá en la aceleración de 3 avances prometedores que serán de una importancia crítica de cara un futuro más limpio para la aviación comercial. Aun cuando estas tecnologías acaban de nacer y aún son muy caras, Delta cree que tienen un gran potencial de futuro y que son los primeros pasos hacia una aviación con impacto cero.
- Los SAF son una alternativa fósil que puede lograr una reducción de las emisiones de hasta un 80 % durante su ciclo de vida completo. Entre ellos, se encuentran los biocombustibles y los combustibles sintéticos. El objetivo de Delta a medio plazo es sustituir el 10 % del combustible fósil refinado de su flota por SAF a finales de 2030. La aerolínea ha acordado adquirir un suministro de 70 millones de galones de combustible sostenible para aeronaves al año en el futuro. Esto incluye 10 millones a principios de 2024 a Gevo y 60 millones a principios de 2025 de Northwest Advanced Bio-Fuels, que representarán un 1,7 % de la proyección del consumo anual total de Delta ajustado a niveles de vuelo de 2019.
- La tecnología de captura y almacenamiento de carbono necesita progresar para cumplir las expectativa de demanda y para lograr la eliminación de dióxido de carbono de la atmósfera, especialmente en aquellos sectores en los que es más complicado, como el de la aviación. Mientras tanto, tecnologías como la captura de aire directa tienen un gran potencial. El carbono capturado también se puede utilizar para crear combustibles.
- Innovaciones en la propulsión, los controles de emisión postcombustión, el suministro de energía eléctrica y las células de combustible se encargan de mitigar las emisiones, pero aún están lejos de poder aplicarse en el sector de la aviación. Más allá del cambio de aeronaves, para alcanzar soluciones comercialmente viables también se necesitarán grandes inversiones en infraestructura, como la generación de energía limpia y combustible de hidrógeno. Aunque estas tecnologías aún están despegando y no se espera que se puedan utilizar a corto plazo, Delta está considerando celebrar alguna asociación para acelerar y apoyar su desarrollo.
Reducción de las emisiones mediante compensaciones de carbono
En el corto plazo, Delta invertirá en compensaciones de carbono verificadas para alcanzar la neutralidad y asegurarse de que los bosques se mantienen, protegen y expanden.
Además de evaluar las inversiones en SAF y en la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías, Delta planea invertir más de 30 millones de USD en compensar 13 millones de toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono entre el 1 de marzo y el 31 de diciembre de 2020. Esto equivale al carbono secuestrado por casi 7 millones de hectáreas de bosque en EE. UU. en un año, suficiente para cubrir el estado de West Virginia. Las compensaciones de carbono se verifican y se consideran una reducción de las emisiones cuantificable cuando se producen como resultado de una inversión en un proyecto diseñado para evitar, reducir o eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera.
Dos de los proyectos de la cartera de compensaciones de Delta son Rimba Raya y Keo Seima, que protegen los bosques gracias a un modelo de conservación gestionado por la comunidad y que involucra a comunidades locales en Indonesia y Camboya.
Estas inversiones soportan el coste de los programas en vigor y la conservación de más de 200.000 hectáreas a la vez que se evita la emisión de 5 millones de toneladas métricas de carbono a la atmósfera de media al año.
Todos los proyectos de compensación de emisiones de Delta se auditan de forma independiente según estándares de terceros líderes de su sector.
El objetivo de Delta es lograr una cartera de compensación de emisiones que incluya:
- Proyectos de prevención de las emisiones: la deforestación contribuye entre un 10 y un 15 % a las emisiones de carbono de todo el mundo. Estos proyectos evitan la deforestación para asegurarse de que algunos de los bosques más grandes del mundo permanecen intactos y continúan absorbiendo y almacenando dióxido de carbono. Muchos de estos proyectos son proyectos REDD+ (Reducing Emissions from Deforestation and forest Degradation) respaldados por un marco de las Naciones Unidas que tiene por objetivo aplacar el cambio climático.
- Proyectos de reducción de carbono: inversión en cambiar las fuentes de energía contaminantes, como el carbón, por fuentes como la energía eólica o solar como base para reducir las emisiones.
- Proyectos de eliminación del carbono: soluciones basadas en la naturaleza, como la forestación y la reforestación, en las que se plantan más árboles o se restauran zonas en un esfuerzo por absorber más dióxido de carbono de la atmósfera.
Conoce más sobre el camino que está construyendo Delta hacia la sostenibilidad en la tercera parte de esta serie de noticias o visitando Delta NewsHub .
